miércoles, diciembre 29, 2010

Más historias de Barrio


Además de la señora que roncaba para Elisa, y del hombre que se largaba gases de colores, mi barrio vio crecer al Sin Monta, una promesa del deporte local. Sin Monta era el velocista del barrio, en la cancha lo parabamos de lateral y cuando tirábamos piedras a las colmenas de García, Sin Monta era el único que no era picado. Era tan rápido que una vez jugando al Ring Raje, toco el timbre de la puerta delantera de su propia casa y luego de entrar por la puerta trasera, atendió antes de que terminara de sonar el timbre y comenzó a gritarnos insultos a los que todavía estábamos escapando.

Sin Monta era un gran exponente del atletismo y se presento en varias carreras, sin embargo los escasos recursos le jugaban malas pasadas, recuerdo una carrera en Lamarque en la que corriendo descalzo se clavo un vidrio, en otra oportunidad en la pista de atletismo de Choele Choel se le comenzó a despegar una de las tres tiritas blancas que tenia su pantalón y se enredo con el alambre perimetral, pero esto no le arruino la carrera y de cada error aprendió, dejo de correr con pantalones largo para correr en Slip, imponiendo así una nueva moda, cuando comenzó a progresar a base de las apuestas clandestinas se compro un par de alpargatas para proteger sus valiosos pies.

Cuando Sin Monta se encontraba en la cima de su carrera, sufrió un accidente que lo alejo de las pistas por un tiempo, el accidente fue en Diciembre en plena temporada de cerezas cuando perdió su primer carrera, quien lo alcanzó cuando el afanaba cerezas fue una bala calibre 22 que se alojo en su muslo derecho. Nunca supimos si luego de eso abandono las pistas por la humillación de que la bala lo alcanzó o por que la bala lo lesiono. Hace poco leímos en un diario de Viedma que había vuelto a las corridas y en esta oportunidad fue alcanzado por una bala de un arma reglamentaria. Ahora nos debatimos entre la alegría de saber que volvió a las corridas y la tristeza de saber que es un atleta en decadencia.

viernes, diciembre 03, 2010

El municipio jurasico

Cuenta la leyenda que vivía en Villa Fresno un señor mayor, que con todo su supuesto conocimiento vociferaba conclusiones de cuanto tema le pasara cerca. Prácticamente escupía las palabras con rabia e indignación. Pero esto solo duraba hasta que alguien le refutaba sus dichos a lo que el señor cambiaba de opinión y sin temor a lastimar sus viejas rodillas se agachaba a trabajar en busca del perdón y la conciliación.

El tiempo fue pasando y la situación se repetía una y otra vez, lo que fue haciendo popular al hombre que arrugaba, tanto que un día creyó ser “muy querido por el pueblo”. A partir de sus intenciones de querer ser candidato el hombre que siempre arrugaba, competía directamente con el hombre que ocupaba un cargo político por conveniencia económicamente. Así los dos partidos mayoritarios de Villa Fresno llevaron como candidatos a dos personas de avanzada edad.

Y mientras Dina Huapi debatía si sería un municipio eutanasico, Villa Fresno debatía si sería un Municipio JURASICO
Las balas no matan a nadie…lo que mata son los agujeritos que hace.

Una agresión del grupo bora arrojo como resultado, varias personas con problemas respiratorios y un hombre con ocho impactos de balas de goma.

A dos días de sucedido el hecho, lo que más llamaba la atención era el silencio sepulcral de aquellos que representan a la población. Por un momento llegue a pensar que algunos se habían postulado para representar a la población solamente por conveniencia económica.

Pero hubo muchos cómplices del silencio en aquel momento, ninguno de los representantes elegidos o siquiera de los que pujan por ser elegidos, salieron a recriminar los hechos o a tomar postura.

Claro es más fácil hacerse los boludos y no meterse, que tener que pararse de un lado. Lo único positivo que saque en aquel momento es la satisfacción de no tener que votar en Choele, porque hubiera sido difícil tener que decidir entre un montón de gente que no sabe lo que es ponerse los pantalones.

Comienzo a creer que varios partidos políticos pelearan para llevar el color gris en la lista, por temor al negro o al blanco. Es una táctica para captar un montón de indecisos. En tanto que otros partidos están cada vez más desaparecidos, incluso se están borrando del twitter por miedo a que alguien los siga.